15 ideas de croquetas para todos los gustos

Y si lo que queréis es incorporar verduras, las croquetas de espinacas con piñones y pasas y las croquetas de alcachofas serán tus mejores aliadas en el mundo vegetariano. 

Las croquetas son una de esas recetas de aprovechamiento a las que su fama les precede. Han pasado de ser una humilde forma de aprovechar las sobras del día anterior a colocarse en la cúspide de la gastronomía patria.

Lo cierto es que existen tantas croquetas como tu imaginación te permita. Su base es increíblemente versátil y adaptable a todos los gustos. Incluso han proliferado establecimientos dedicados exclusivamente a este pequeño bocado de felicidad en cuyas cartas aparecen hasta croquetas dulces.

El secreto de unas buenas croquetas reside en la cremosidad de la bechamel. Deben tener la consistencia justa: una crema, no una pasta ni un líquido. 

Otro punto importante es que consigamos darle el sabor que estamos buscando a la bechamel. Lo peor que te puede pasar con unas croquetas es que sepan a harina. O que no sepan a nada. ¿Cómo lo conseguiremos? Tostando bien la harina, evitando los grumos y añadiendo caldo (de puchero, de pescado, de jamón…) a la proporción de líquidos. 

También debemos prestarle atención al rebozado, que debe quedar dorado y crujiente aunque sin pasarnos.  Para ello, selecciona un pan rallado grueso de buena calidad. También es recomendable empanar dos veces: huevo, pan rallado y luego huevo y pan rallado de nuevo. 

El momento de freír es crucial. El aceite debe estar limpio y caliente para evitar el desastre. Aunque no tan caliente como para que se quemen por fuera y queden crudas por dentro. Debemos tener especial cuidado con esto si nuestras croquetas estaban congeladas.

Anotados estos consejos básicos, te voy a dar algunas ideas de recetas para tus croquetas, algunas más básicas y otras más originales.

Croquetas de cocidos: un clásico muy vigente

Son probablemente las más clásicas junto con las de jamón y también unas de las mejores para incorporar al recetario casero, ya que nos permitirá aprovechar las sobras para no tirar nada.

Las croquetas de puchero andaluz, las podemos hacer usando la carne sobrante: pollo y ternera, podemos añadir si queremos un poquito de tocino (con cuidado, controlando la grasa) y un poco de hierbabuena picada. Si tenéis caldo, es recomendable usarlo sustituyendo una parte de la leche de la bechamel. 

En esta categoría nos encontramos también las clásicas croquetas de cocido, usando igualmente la carne sobrante del cocido así como los embutidos: la morcilla y el chorizo. Nos quedarán unas croquetas de un color rojizo e intenso sabor.Incluso podéis ir más allá, y usar las sobras de carne y verduras de un estofado de lentejas para hacer croquetas de lentejas. Son croquetas parecidas a las anteriores pero con el característico sabor a las clásicas lentejas de tu madre. Te sorprenderán para bien.

El pollo, un buen aliado.

Las croquetas de pollo suelen tener un sabor más sútil y que gusta a todo el mundo. Se pueden hacer muchísimas variaciones. Nosotros te proponemos las croquetas de pollo asado, para aprovechar las sobras de este clásico plato de domingo. Si tienes restos de la salsita puedes incorporarla a los líquidos o incluso podrías hacer caldo con la carcasa.

Otra maravillosa combinación son las croquetas de pollo al curry, súper aromáticas, exóticas y coloridas. 

También en esta categoría puedes hacer croquetas de ají de gallina. Este guiso típico peruano, que actualmente se elabora mayormente con pollo, es perfecto para hacer croquetas pues tiene un sabor profundo y ligeramente picante que combina genial con la bechamel. 

Con sabor a mar: de mariscos y pescados.

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En esta categoría se encuentran las más especiales (y también las más caras) de toda la lista: unas croquetas de carabinero. Obviamente tienes que aprovechar las cabezas para hacer caldo y usarlo en la bechamel, lo que te dará un sabor intenso y un dramático y maravilloso color rojo. 

Una combinación de croqueta y tapa muy original son las croquetas de gambas al ajillo.  El resultado es un bocado divertido y que te resulta muy familiar ya que el sabor a la típica tapa está muy presente.

No podemos dejar de mencionar las archiconocidas croquetas de bacalao, tan populares en Cuaresma, y las croquetas de chipirones en su tinta, con su característico color negro, una de las que hacemos en nuestro Taller Especial Croquetas.

¡USA EL HUEVO! No solo para rebozar.

Una receta muy clásica y humilde que está de capa caída en los últimos tiempos pero que es deliciosa es la croqueta de huevo duro. Es extremadamente sencilla, solo lleva el huevo duro y la bechamel cubriéndolo, pero a veces, menos es más.

De la sencillez, nos vamos hasta las fantasiosas croquetas de huevos fritos con jamón que popularizó hace poco la cocinera Sabrina Banzo en Tik Tok. En este punto, tu imaginación es el límite: puedes hacer croquetas de huevos fritos con chorizo, con foie, con alcachofas…

Queso y verduras, algunas opciones vegetarianasPor supuesto, no podemos terminar este artículo sin mencionar las maravillosas croquetas de queso gorgonzola y nueces, suaves y untuosas a más no poder.